Frustración
…pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. 1 Corintios 13:10
Hace muchos años que Julián jugaba a los bolos en Memphis, Tennessee.
Un sábado por la noche, Julián tenía un juego perfecto: había lanzado once tiros rectos de strike, algo notable para cualquier jugador de bolos. Pero eso no fue todo. Resulta que el club había ofrecido un premio de $10.000 dólares a quien lograra obtener 300 puntos en un solo juego.
Julián lanzó la última bola. Todos los bolos se movieron y todos fueron cayendo, con excepción de uno, el pin número cinco, el cual se tambaleó pero, para su mala suerte, no cayó. ¡Ese bolo que quedó en pie le costó a Julián $10.000!
Algunas veces la vida es así. Todo parece ir de maravillas, menos una cosa. Y ese detalle, esa única cosa, lo arruina todo.
Por una sola cosa la felicidad me elude y la frustración me hace su prisionero y me mantiene cautivo.
Si esto describe su vida, le invito a que se encuentre con Jesús. Con su vida, muerte y resurrección, el Redentor derribó todos los bolos del diablo y de este mundo. Cuando veo su gran amor, todos esos pequeños bolos #5 de la frustración en mi vida parecen caerse solos, y puedo encontrar la paz una vez más.
Por esta razón es que, si existe un bolo #5 en su vida, es mi oración que se acuerde de Jesús y que, apoyado en él, le sea otorgada la paz que usted necesita.
ORACIÓN: Padre celestial, en las dificultades de la vida, en las incertidumbres, y en tiempos cuando nos sentimos frustrados, podemos encontrar dirección en ti. Ayúdame a ver que tú eres el único que está en control de todas las cosas. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
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